Cuando era divertido (edición limitada)

Me gustó muchísimo desde el principio.Me mantuvo intrigada porque no sabía quién era el Ale de todas las mañanas en el balcón hasta los últimos capítulos; el relato de la rutina en esta novela es tan real como la vida misma. Damos por hecho que todo en nuestra relación de pareja está bien si no hay quejas, olvidando que la comunicación tiene que ir desde lo más básico hasta lo más complejo, en este caso, los sentimientos de cada personaje hacia su compañer@ de vida, la vida en pareja ( desde caricias, te quieros, miradas, etc. ). Como vamos perdiendo estos detalles tan pequeños, pero a la vez tan importantes por llevar años juntos y dar por sentado que siguen estando o que son igual que al principio de la relación. También me llevé la sorpresa de que lo que relata Alejandra cada mañana desde el balcón, era lo que ella y Alejandro vivieron al principio de su relación; cómo era ese comienzo de pareja; esa pasión; esos sentimientos a flor de piel; cuando compraron su piso; la participación en los detalles de ir vistiendo ese hogar. Me gustó porque consiguieron terminar la relación aunque, pasaron por todas las fases de cuando una vida entera en común ya se desvanece. Consiguieron llegar a un mismo pensamiento con sus manos agarradas, y afrontando que se querían, pero ya no era suficiente. Sus vidas necesitaban el cambio. Un nuevo amor por parte de Alejandra; el enamoramiento, la pasión, en fin, la rutina en la relación de pareja es dañina como cualquier otra. Viva el amor, y que tratemos de tener siempre la llama encendida, y más cuando hablamos de sentimientos.