En la historia del personaje probablemente se sentirían representadas muchas mujeres de mediana edad de nuestros días. Es una novela que se deja leer fácil, sin sobresaltos; pero que mantiene la atención en todo momento.
Cuando el diablo Salió del baño causó una autentica sensación en Francia tanto por la descarada agilidad de una prosa aliñada con insólitas piruetas visuales como por el paisaje de degradación social que...
Ni siquiera tiene nombre. Y es que nadie habla con ella, como no sea para pedir libros en préstamo. Su consuelo: las buenas lecturas (siempre de autores muertos) y estar rodeada de seres incluso más tristes que ella. Se pasa los días...