Los Evangelios a la luz de la Historia

El libro intenta aportar argumentos a favor de que los evangelios narran hechos históricos y no leyendas cuando se refieren a la existencia de Jesús, sus supuestos milagros, su resurrección... Aunque el autor llega a construir un discurso coherente y hasta cierto punto "verosímil", en ningún momento logra, ni de lejos, demostrar que su hipótesis de trabajo sea, desde la ciencia histórica, la más probable. Se apoya mucho en las pruebas arqueológicas y se extiende demasiado en obviedades, como en la existencia real de Jesús, pero deja de lado casi todas las escandalosas incoherencias entre los cuatro evangelios, respecto a los supuestos acontecimientos más importantes, que demuestran estar impregnados de leyendas: por ejemplo, es un hecho que solo el evangelio de Juan habla de la resurreccion de Lázaro, cada uno de los evangelios da una versión diferente respecto a la resurrección de Jesús etc... Todo esto parece no importarle al autor. Para colmo, da a entender unas cuantas veces que los historiadores no alineados con el cristianismo vienen a ser unos conspiradores contra la religión. Un argumento muy infantil y poco digno de su categoría académica.