Mente cuántica

Es muy buen libro. Me cogéis ahora a dos páginas del final. Bien, en respuesta a vuestra oferta os digo lo siguiente. El autor nos invita a ser cautos y a no obrar con impulsividad ante el candente y sorprendente mundo de la física cuántica. Con ello, uno aprende a no hacer falsa ciencia o pseudociencia. A su vez, nos invita a la concentración y a la ecuanimidad, así como a no angustiarnos con el pasado y el futuro y disfrutar del presente (todo ellos con unas técnicas de meditación, la técnica de barrido de la consciencia y en la parte final del libro con ampliación de los campos sensitivos corporales. Y qué decir del problema de la medida y de como contrarrestrarlo con el instrumento de la observación. Y bueno, todo ello nos lleva a optar a un cambio de enfoque atencional en nuestro crecimiento personal, o dicho así, a un auténtico salto cuántico. A modo de epílogo, es de los mejores libros que he leído, me ha ayudado a cimentar y precisar conceptos relevantes de la fisica cuántica y lo que es más importante, a discernir. Utliza algunos símiles muy buenos para transmitir la informació al lector y poder así comprender, con lo que consigue ser muy elocuente. Y como guinda del pastel, cuando te expone el concepto de la decoherencia cuántica te ayuda de manera inigualable a distinguir entre lo micro y lo macro y a no precipitarse y creerse todo cuanto uno lee en cualquier bibliografía. Sería interesante poder debatir bis a bis algún día con su autor algunas conjeturas sobre cuestiones peliagudas actuales de la física cuántica. Total, que un libro extraordinario. Se ve que se lo ha trabajado, ya que, el libro es muy claro y engancha su lectura. Enhorabuena a Félix Torán, de verdad y de corazón. Muchas gracias también a Agapea por vuestra deferencia.