Mundo caduco era una obra que nunca llegó a finalizar Quevedo. El descubrimiento de dos manuscritos pone de manifiesto que dicha obra fue concluida por el autor. Esta obra posee un interés especial al haber sido escrita en uno de los períodos más difíciles y enigmáticos de la vida de Quevedo: “Obra presentada [.] como un testimonio histórico: el de un hombre que intenta zafarse de los cargos que contra él se vertían por haberse enrolado e involucrado de lleno en una aventura, a saber, la que protagonizaba Osuna en tierras italianas”. Esta relación entre obra y vida es indagada por el autor de esta edición en su estudio preliminar.Javier Biurrun Lizarazu (Tafalla, 1968) cursó estudios de Filosofía en la Universidad de Salamanca, donde se licenció. Posteriormente, adquirió el grado de doctor por esta universidad con el trabajo La Concepción del ingenio en Huarte de San Juan. Fue becario en la Universidad de Siena (Italia). En la actualidad es profesor titular de Filosofía en un Instituto de Extremadura. Su interés por autores de los siglos XVI y XVII ha quedado plasmado en diversos artículos publicados en El Basilisco, Cuadernos de Inice y Estudios de literatura y pensamiento hispánicos.