Sumisión

Menos provocativo y polémico de lo que en principio apunta, en este "entretenimiento", que es como calificaba Graham Greene a sus obras pretendidamente menores (algunas de ellas superan con creces en frescura y vitalidad a sus hermanas mayores), Michel Houellebecq no se muestra tan lúcido y brillante como analista preclaro del cataclismo cívico que hoy ensombrece a Francia, entre disturbios y rebelión teledirigida, como corrosivo y demoledor caricato de la élite universitaria: un universo endogámico y ensimismado, dominado por ególatras insoportables y cretinos integrales que, en esta ficción, optan por la supervivencia y el colaboracionismo frente a la nueva invasión totalitaria que amenaza (en la novela y fuera de ella) con destruir la civilización europea tal y como la hemos conocido en los dos últimos milenios. Se gradece la extensión. Parafraseando a Gracián: lo bueno, si breve, mucho mejor.