Padre del famoso Oscar Wilde, el médico William Robert Willis Wilde (1815-1876) visita a Canarias en 1837 como especialista en enfermos de la terrible enfermedad de la tisis. Fruto de este viaje es su obra "Narrative of a Voyage to Madeira, Teneriffe, and Along the Shores of the Mediterranean". Junto con James Clarke y William White Cooper, son los ínclitos doctores que se preocuparon en dar a conocer la apacibilidad y benignidad del clima de Canarias y de Madeira en la primera mitad del siglo XIX. Ahora bien, si bien esta isla estaba consolidada como uno de los "resorts" preferidos de los "invalids" británicos y de otros países europeos, Canarias apenas era conocido como destino turístico a su llegada en 1837.
William Wilde puede considerarse el gran propulsor del turismo en Canarias. Cuando visita la isla de Tenerife nos dice, contrastando esta isla con Madeira: "Sin embargo, falta lo más perentorio para un enfermo: un buen alojamiento. Solo hay dos pensiones en toda la isla... Con un médico que resida en la isla, con un buen alojamiento y con una mejora en las rutas se aumentaría su distintivo como lugar de salud".
La obra aquí publicada asimismo es importante para conocer la situación caótica de España y Portugal en la década de 1830-1840, y de Gibraltar, visto por un británico.